por: Manuel P.
También son para que las disfrutes con tus cinco sentidos.
1. Al tocarlas con tus manos, con tu pelvis, con tu lengua, con tu verga, al colocar tus huevos entre ellas, con el suave tacto empieces a sentir todo el deleite que te darán.
2. Al separarlas con tus manos, que sean tus ojos los que te inciten a poseerlas al mirar y admirar el culo que como celosas (?) guardianes ocultan entre ellas.


4. Con el sentido del gusto, al rozar (verbo con z, no con s) con tu lengua los pliegues del culo y saborearlo.
5. Con el oído, wow que delicia cuando estás ensartando un delicioso culo con tu verga y oyes ese ruido tan cachondo cuando tus huevos se estrellan contra las nalgas.

Y, en conjunto, qué me dices del sonido metálico, en el preámbulo del episodio de amor, el sonido metálico al safarse la hebilla del pantalón, el sonido sordo de los pantalones al descender suavemente hasta las rodillas y dejar un par de hermosas, redondas y, quizá, peludas nalgas, a merced de tus manos, solamente protegidas por la suave tela de la trusa y, tal vez, ni eso, si tu pareja usa un suspensorio.
No hay comentarios:
Publicar un comentario