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Amor entre Hermanos

jueves, 12 de noviembre de 2009

Los hombres también lloran

Desde pequeños nos han enseñado que nosotros los hombres debemos ser el sustento de una familia, los machos y fuertes; no podemos llorar ni manifestar ningún signo de debilidad como expresar nuestros sentimientos porque eso solo lo hacen las mujeres y los maricas. Un hombre según la sociedad en que vivimos debe ser Feo, Fuerte y Formal, si alguno empieza a cuidar su figura o expresar sus sentimientos, ya es catalogado con un sin fin de adjetivos grotescos como: maricón, joto, etc. Y siempre buscamos la forma de justificar nuestras acciones para que no hablen mal de nosotros con nuestros seres queridos.

Los hombres también nos angustiamos por no encontrar una pareja que nos quiera, por no saber cómo decirle a nuestros padres sobre nuestras preferencias sexuales, por quedarnos solos una y otra vez después de un largo noviazgo, por un drama con nuestra imagen, etc. Nos mostramos vulnerables y necesitamos desahogarnos con alguien sobre nuestros problemas y la batalla de lidiar con los parámetros sociales que la gran ciudad impone.

Hay momentos en que necesitamos sentirnos queridos y nos volvemos víctimas de Internet, Saunas, Antros, Bares, Lugares de encuentro pensando que tal vez en algún momento encontraremos a nuestro ser amado en estos lugares y seremos felices para siempre, también nos volvemos víctimas de la gordura, la moda, de operaciones estéticas y de lucir bien para que nos vean y nos deseen.

¡Claro que necesitamos desahogarnos!, gritar a los cuatro vientos lo que nos pasa y que los amigos se sientan identificados y nuestras amigas nos escuchen; sin embargo para muchos hombres es difícil expresar sus sentimientos porque sienten que los pueden lastimar fácilmente y mostrarse débiles ante una situación que no saben cómo resolver o confrontar puede ocasionarle problemas ante la sociedad porque esas debilidades no están permitidas en un hombre, por eso callan y se sumergen en un mundo lleno de dolor y esperanza pensando que todo cambiara.

Aunque es cierto que a los hombres nos mueve la hormona y somos más sexuales que sentimentales, también tenemos nuestro lado íntimo y especial que muy pocos expresan pero que ahí está, dispuesto a entregarlo todo por amor a aquella persona que nos haga sentir mariposas en el estomago y que se robe nuestro corazón.

Para algunos cuando se termina una relación es un dolor muy fuerte y se toman su tiempo para curarse las heridas y pensar en los errores cometidos para mejorar en sus próximas relaciones, en esos momentos no quieren conocer chicos ni salir, primero están ellos y su sanación; para otros lo que más duele con la separación es el ego: “¿Cómo pude equivocarme de esta manera? ¡Si yo estaba convencidísimo de pasar el resto de mi vida con él! ¿Por qué me dejo por ese?, Y no se toman el tiempo de sanar las heridas ocasionando que sus relaciones próximas sean un verdadero desastre:

“Mira todo lo que hice para levantar esto y no sirvió para nada”
“yo siempre he dado lo mejor de mí y nunca lo valoraste”

Una separación es volver a vivir y querer hacer todas las cosas que no hiciste en todo el tiempo que estuviste con tu pareja y de golpe te sales a la calle y te sientes extraño al estar solo y te encontraras que paso el tiempo y todo es diferente o que pasaste los 30 y el ambiente es completamente extraño a lo que tu viviste antes, vas a bailar y ya no entiendes los códigos y los chicos a la salida del antro te dicen: ¿Señor, me da su hora?”.

Siempre estamos buscando una justificación a nuestras acciones para que la sociedad no nos margine; cuando uno es joven eso no importa mucho y te encanta exhibirte en todos lados, coger en el metro, mamar todas las vergas que puedas y gozarla en grande; pero cuando pasa el tiempo y te das cuenta que eso no valió de nada porque no encuentras una pareja estable, es cuando caes en cuenta que sigues solo y que quieres ser feliz.

Los hombres nos enfrentamos a miles de represiones y angustias, que si se nos cae el cabello, que no tenemos para pagar la colegiatura, que estamos muy gordos o muy flacos, etc. Pero no podemos expresarlos por vergüenza al qué dirán.
“Como hombre me parece que es medio vergonzante confesarle al mundo que haces dieta, por lo general se mantiene en voz baja. Si una mujer va a comer y saca un yogur nadie la va a mirar mal, si el Hombre se come una ensaladita tiene que explicar que está haciendo dieta y más de uno se va a burlar”.

La mujer tiene la obligación social de ser flaca y para el hombre sería una elección

Todos los hombres son bellos con sentimientos hermosos que no deben ser reprimidos por nada ni por nadie, expresar lo que sientes y piensas es una terapia que nos ayuda a ser felices día con día.

¿Los hombres también lloran? Si, también lloramos por amor
Porque no nos dejarnos de tanta doble-moral y simplemente somos felices

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