El cuerpo masculino cuenta con varias zonas erógenas, que pueden variar de acuerdo a cada uno, pero que no incluyen solamente los genitales. Además de los muslos o el frenillo del glande, ellos pueden gozar sexualmente si se les estimula, con besos o con el tacto, el cuello o el pecho.
Durante una relación sexual, todo el cuerpo interviene y el placer puede conseguirse de diferentes formas. En este sentido, a veces se conocen mejor las zonas erógenas de las mujeres que de los hombres, pero estos últimos pueden encontrar goce sexual más allá de sus genitales.
De este modo, ellos suelen encontrar un place profundo si se les muerde suavemente o se les besa intensamente el cuello, como parte de los juegos eróticos previos. Detrás de las orejas o en la nuca es donde poseen terminaciones nerviosas más sensibles, en muchos casos.
En cuanto al pecho, hay que imaginar una V, que surge en el esternón y llega hasta los hombros. Siguiendo esas líneas imaginarias, en las que se encuentran los pezones, se dará satisfacción sexual a él.
Al llegar a la zona genital propiamente dicha, es necesario detenerse en el frenillo del glande, al practicar sexo oral, así como en el paso de los testículos al ano, llamada perineo. También se les puede besar o tocar, con las manos o con algún objeto suave, el interior los muslos.
Fuente: Redacciòn starMedia
No hay comentarios:
Publicar un comentario